La espuma en el Río Tormes cada vez más habitual.
Ya en 2016 y 2017 saltaron noticias relacionadas con la espuma en el agua del río Tormes. En julio de 2022, durante varios días se pudo observar, de nuevo, este fenómeno en Villamayor, por debajo de la depuradora de Salamanca, en el entorno de la papelera y la planta de transformación de subproductos cárnicos.

También, entre los días 6 y 20 de julio 2022, se percibía un olor característico como el procedente de aguas residuales y que todos podemos identificar en nuestras viviendas cuando no se dispone de sifones en los desagües.
¿Por qué se produce esta espuma?
Existen dos procesos básico de formación: la contaminación química y lo que se conoce como formación de espumas endógenas. Hablamos del segundo, ya que el primero es poco probable en este caso, pero no descartable.
La materia orgánica presente genera, en su descomposición lípidos, proteínas, azucares. Los lípidos son los principales causantes de este fenómeno por sus características surfactantes. El viento provoca un ligero oleaje en la superficie del agua que hace que la materia orgánica descrita conforme la espuma.
El aumento de la temperatura del aire y el agua, el crecimiento de algas, la escasez de lluvias agravan este problema, sin olvidar los vertidos de depuradoras y fábricas que, como es normal, aumentan la concentración de materia orgánica en el agua.

¿La espuma puede provocar daño a la salud de las personas o la vida acuática?
La espuma no está formada por sustancias o elementos tóxicos, no obstante, cuando la concentración es excesiva puede ser considerada contaminante. Asimismo, puede producirse eutrofización que afecta a las especies vivas que existan en el agua.
¿Es un fenómeno frecuente?
Las condiciones del clima están cambiando y los periodos de sequía cada vez son más intensos y frecuentes; también la temperatura del agua asciende, por lo que la concentración de materia orgánica aumenta. Por ello, es de esperar que estos sucesos sean cada vez más frecuentes y esperables.